15/6/09

Octava Observación...

La construcción de un parque de juegos electrónicos, así como un estadio multipropósito han afectado la tradición del Parque O’Higgins en su totalidad, que ya de parque, tiene poco. El objetivo del parque siempre fue un espacio de libre esparcimiento, principalmente de áreas verdes, donde idealmente no se hicieran edificaciones que quitaran el sentido de un parque. Lo principal aquí, son los recursos que generan estas construcciones para los municipios. En el caso de el actual Movistar Arena, se haría con la intención (según cuentan los locatarios) de generar recursos para mantener las áreas verdes, y en el caso que nos interesa, para remodelar y hermosear el pueblito. La gente alega que esos dineros nunca han sido destinados a ningún tipo de remodelación del pueblito, ya que una demolición no es una remodelación.

Los locales más antiguos y tradicionales fueron destruidos. El pueblito no se reconstruirá como alegaba en un principio la municipalidad y la alcaldía, se echará abajo para reemplazarlo por un recinto deportivo. Esto generará recursos al municipio. Los locales actualmente pagan al municipio un arriendo que es mínimo, por la tanto se dice que el municipio no quiere invertir en mejorar los accesos al pueblito, o mejorar la seguridad, integrar áreas verdes, hermosear las calles, ya que eso no generará más recursos al municipio, eventualmente solo a los locatarios. Se ignora así, el sentido que tiene un parque, y el sentido con el que se hizo el pueblito, un lugar recreacional, con áreas verdes, tradicional, que sirviera para el pueblo, donde la gente mas humilde encontrara un lugar de sana entretención.

El día 26 de Noviembre del 2008, comenzó una clausura ilegal de locales por parte de la municipalidad de Santiago. A pesar de la orden de no innovar, se clausuraron los locales comerciales contraviniendo la ley y dejando a los locatarios de más de 30 años en el pueblito en completa indefensión.

Afortunadamente, el día siete de Enero del presente año, después de largas batallas, incluyendo varios intentos de desalojo, se logran reabrir los restaurantes del pueblito. Aún así los dueños, alegan hostigamiento y perjuicios económicos. A fines del 2008 y el año nuevo no pudieron trabajar, estos días después de fiestas patrias, son los que generan más ganancias para los locales. El pueblito manifiesta que durante las elecciones de Alcalde, Pablo Zalaquett se acercó a los locatarios prometiéndoles una solución y una remodelación del lugar. A la fecha, esa promesa se ha esfumado.

"Esto es un atentado contra la identidad chilena porque somos como La Piojera, un lugar típico", alegaba uno de los empleados antiguos que queda en el pueblito. Se dice que quedaron 500 personas sin trabajo y hubo bajas de cerca de 100 millones de pesos en utilidades, debido a varios días en que permanecieron clausurados los locales.

Quedan ahora siete locales en pie que se negaran a morir, por su tradición y deseo de reinserción. El municipio dice ahora que están abiertos a dar soluciones, pero que los locales se tienen que ir sí o sí.

Por: Alvaro Paredes Orellana.

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