18/6/09

Décima Observación...

El último objetivo que nos planteamos con este trabajo de investigación sobre el pueblito del Parque O'Higgins fue determinar cuales eran las causas por las que se han perdido las tradiciones del pueblito, o más bien qué causas han llevado finalmente a la demolición del pueblito, tratando de observar que ha pasado en Santiago en general, desde la construcción del pueblito.

El pueblito, así como el parque es su totalidad, desde el comienzo era un lugar de manifestación cultural en la capital. Fue construido poco más de un año antes del régimen militar y como es sabido, el régimen iba en contra de las manifestaciones de izquierda y en este saco también entraban las manifestaciones culturales. El pueblito permaneció cerrado un tiempo durante el régimen militar según cuentan sus locatarios. El actual "movistar arena" comenzó su obra gruesa en 1971, pero no se terminó hasta el Gobierno De Esduardo Frei Ruiz-Tagle. El parque de juegos Fantasilandia fue terminado en 1978. Antes de los años 70, el parque O'Higgins era un parque propiamente tal, áreas verdes de las que cualquiera podía disfrutar. Desde la década de 1970 se ha reinventado y reconstruido de todas las formas posibles creando espacios populares con diversos propósitos, que por un lado son espacios para la comunidad, para el pueblo, lugares de entretención, lugares ya tradicionales; y por otro lado, lo que han hecho es vulnerar el sentido del parque, un lugar de paseo libre y que idealmente debe mantenerse como lo que es.

Sin embargo, el parque tiene una ubicación privilegiada, céntrica y por lo tanto debe estar en constante cambio así como los tiempos que vivimos. Esto podría explicar, lo que nos interesa aquí, la situación del pueblito. Ya no se buscan espacios con un fin ideal o con un "valor de uso", la idea de crear un espacio recreacional es que produzca utilidades, para generar más proyectos, para mantener los mismos proyectos y para seguir reurbanizando. Esto es lo que pasa con el pueblito, se ha visto en una situación donde el público, con una reacción lógica (al ver gran parte en ruinas y en desorden), han perdido el interés por este lugar y al parecer, es un problema sin solución aparente o sin otra salida que la extinción definitiva del pueblito.
De esta situación, bien se puede desprender una idea de Canclini
Sin duda, la expansión urbana es una de las causas que intensificaron la hibridación cultural [...]La cultura urbana es resstructurada al ceder el protagonismo del espacio público a las tecnologías electrónicas. (1)
Ahora lo que prima es la tecnología, el movimiento, las utilidades, y en este caso, el pueblito no está ajeno a esta realidad.

En sintesis, todo lo que pudimos observar con respecto a la situación actual del pueblito está ligado a la modernización, a la reurbanización, a la reestructuración, al cambio de las ciudades en general, que como la demanda requiere, debe avanzar al paso de la tecnología y no detenerse: ni por parques importantes, que forman parte de una historia y parte de la memoria chilena; ni por pueblitos como este, que aunque guarda tesoros, anécdotas, historia, tradición y se vuelven parte de la cultura y la memoria chilena, al parecer están destinados a desaparecer devorados por grandes edificios y construcciones urbanas servidas siempre de nuevas tecnologías.
La tarea nuestra es entonces tal vez, dejar al menos un testimonio de parte de la historia que se guarda del pueblito para que pueda ser transmitido y se mantenga de alguna forma dentro de nuestra cultura, de nuestra identidad y quizás de la necesidad de tener lugares como este aún, más austeros, más "silenciosos", menos urbanos, más debidamente chilenos.

(1) García Canclini, Nestor. Culturas Híbridas, Estrategias para entrar y salir de la modernidad, México D.F., Grijalbo, 1989.

Por: Alvaro Paredes Orellana.

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