En esta ocasión fui al pueblito un Domingo para ver si es que en ese momento había algo mas de movimiento si es que en algún instante cobra vida este pueblo fantasma, pero al llegar me doy cuenta que es lo mismo que en la semana, no cambia mucho, solo que hay algunos locales abiertos los que no había visto atendiendo en la semana, pero no mas que eso.
Se veía mas gente pero como siempre solo usan al pueblito como un pasillo, es decir es solo utilizado para llegar al parque O’Higgins pero no va precisamente a consumir ni a visitar el pueblito, es cierto que a la entrada existen algunos comerciantes de confites ideal para seducir a los niños a pedirle algún dulce a sus papas, el colegio estaba cerrado como es lógico, así que no estaba la afluencia de estudiantes que son los que he visto siempre.
Los locales no representan ni un tipo de atractivo, están totalmente apagados, no motivan a la gente a pasar a comer y a disfrutar un rato agradable. Creo que no hay caso esto no revive nunca, excepto para las fiestas patrias que según lo que me han comentado se llena de gente.
Esta observación fue realizada el día 12 de abril, por Alfredo Meza
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